El dinero es algo que,
querámoslo o no, condiciona gran parte de nuestras vidas, y casi podemos
afirmar que es imposible vivir en esta sociedad moderna sin el dinero, que
nadie puede obtener aquellas cosas que necesita sin tenerlo.
Pensamos y actuamos
cotidianamente en función de él, y el asunto del dinero es como un océano en el
cual nadamos eternamente. Sin embargo, nos hemos preguntado alguna vez…Qué es
el dinero? De dónde viene? Quién hace el dinero? Cómo se reparte inicialmente?
Cuál es su poder? Por qué nos condiciona tanto? A veces es difícil definir lo
que es el agua, si somos un pez que nada en el océano!
Sin embargo, ante la
actual crisis del sistema capitalista a nivel mundial, y vislumbrando las
acciones y pensamientos alternativos que se vienen dando desde distintos
movimientos sociales de corte ambientalista, anticapitalista, campesino,
indígena, agroecológico, económico solidario, entre muchos otros, cabría
cuestionar un poco el poder que puede ejercer el dinero en nuestras vidas.
En cuanto a este
cuestionamiento al poder del dinero, queremos compartir algunas reflexiones del
economista, escritor y promotor y estudioso de los sistemas monetarios
complementarios, Bernard Lietaer (tomadas
del sitio web: www.lietaer.com. Las negrillas
y la traducción son nuestras):
·
“La mayoría de la gente tiende a considerar al dinero como “una cosa”
porque esa es la forma en que aparece ante nosotros (como billetes, monedas,
cheques, tarjetas de crédito, etc.). Y sin embargo, si naufragásemos en una
isla desierta, descubriríamos rápidamente que mientras nuestro cuchillo puede
seguir siendo utilizado como un cuchillo, cualquier billete o cheque que
carguemos sería totalmente inútil. Seguiría siendo papel, pero ya no sería “dinero”.”
·
“El dinero puede ser definido como un acuerdo, entre una
comunidad, para usar algo como medio de intercambio…El acuerdo del
dinero puede ser hecho formal o informalmente, libremente o por coerción,
consciente o inconscientemente. La mayoría de nosotros/as no acuerda de manera
consciente usar dólares, euros o yenes, por ejemplo, ni tampoco consideramos su
naturaleza. Simplemente los usamos, entrando inconscientemente en un acuerdo tácito con nuestro sistema
bancario.”
·
“Cualquier acuerdo monetario
sólo es válido dentro de una comunidad dada. Algunos acuerdos monetarios
funcionan sólo entre un pequeño grupo de amigos, como las fichas utilizadas en
los juegos de cartas; durante ciertos períodos, como los cigarrillos que fueron
medio de intercambio entre los soldados durante la Segunda Guerra Mundial; o
dentro de una comunidad más amplia, como los ciudadanos de una nación en
particular. Una comunidad puede ser geográficamente dispar, como los usuarios
de Internet, o puede incluir a grandes segmentos de la comunidad global, como
en el caso del dólar estadounidense en su papel como moneda de referencia
internacional.”
·
“La función clave que
transforma el objeto elegido en dinero es su rol como medio de intercambio.
Existen otras funciones que hoy en día el dinero tiende a desempeñar, tales
como unidad de cuenta, reserva de valor, instrumento de especulación, etc. Sin
embargo, estas otras funciones pueden ser consideradas secundarias, ya que han
existido monedas efectivas y funcionales que no han desempeñado algunas o
ninguna de estas otras funciones.”
·
“Existen dos subcategorías
generales de monedas: las monedas nacionales y las monedas complementarias.
Estamos acostumbrados a considerar sólo a nuestras monedas nacionales como dinero
"real". Sin embargo, las
monedas nacionales han sido diseñadas sólo para fines específicos, y no pueden
cumplir con ciertos objetivos sociales (tales como el fomento del comercio
y la cooperación, o la sustentabilidad ecológica). Algunas monedas que ya están en funcionamiento hoy en día o que han
sido propuestas para el futuro, están diseñadas para cumplir con tales
objetivos…”
·
“¿Por
qué es importante entender que el dinero no es una cosa, sino un acuerdo? Si consideramos al dinero como una cosa, este llegará a convertirse
en un hecho, un don, y perderemos nuestra capacidad de cambiarlo de alguna
manera. Estamos tratando al dinero como si fuera dado por Dios, como la lluvia
o el número de planetas del sistema solar. Pero el dinero no es un don. Si a tí
no te gusta la calidad de la lluvia, no puedes hacer mucho al respecto.
Por el contrario, si a tí no te gusta tu
sistema monetario, puedes hacer algo al respecto.”
·
“Cuando entendamos que el dinero es creado por una serie de acuerdos y
prácticas, podremos empezar a examinar los términos de estos acuerdos, para ver
si realmente sirven para nuestros objetivos y aspiraciones colectivas. Las monedas pueden ser rediseñadas para
satisfacer mejor nuestras necesidades.”
Como podemos ver, estas
excelentes reflexiones de Lietaer nos plantean el punto central que subyace
detrás de una de las más importantes cuestiones económicas: que el dinero es
una creación humana, y que surge de un acuerdo. Ahora bien, podríamos
afirmar que en la mayoría de los casos, ese acuerdo nos es políticamente
impuesto, como tantos otros acuerdos sociales. Es decir, los detentores del
poder político y económico, que son quienes en realidad manejan a su antojo el
sistema monetario, nos imponen el modelo perverso y excluyente del cual la gran
mayoría somos víctimas.
Afortunadamente, desde
hace varios años han empezado a surgir comunidades y personas que luchan contra
el poder de “Don dinero”, y las protestas actuales de los movimientos de “los
indignados” saben muy bien que las verdaderas y contundentes acciones se tienen
que tomar contra el sistema financiero mundial.
Actualmente existen unas
5.000 comunidades en el mundo que están implementando sus propias Monedas
Complementarias. En Venezuela somos 13 las comunidades que así lo venimos
haciendo en diferentes estados del país desde hace más o menos 4 años, y las
llamamos Monedas Comunales. Las llamamos así porque estas surgieron como una
propuesta del mismísimo Comandante Chávez, quien habló de este tipo de Monedas
en uno de sus “ALÓ Presidente”, a finales del año 2.005, y las llamó Monedas
Comunales. Desde entonces han pasado 5 años, y estos 13 Sistemas de Trueke,
agrupados como Red Nacional de Sistemas de Trueke, continuamos en la lucha de
construir organización económica y política alrededor de este tipo de
instrumentos.
Finalmente ha llegado la
hora de que las comunidades venezolanas también nos insertemos en
esa gigante resistencia a la economía capitalista y al perverso sistema
financiero mundial, a través del Trueke y las Monedas Comunales, vistas estas como nuevos acuerdos solidarios hechos por las propias comunidades. Lo hemos hecho
desde otras trincheras de la Economía Comunal, y este espacio del Trueke y las Monedas Comunales pretende convertirse en una de esas nuevas trincheras. Esperamos que
así sea, e invitamos a todos y todas las que quieran sumarse, para que
continuemos construyendo la economía de la solidaridad, de la abundancia, del
verdadero acercamiento, del socialismo.